Vamos por nuestros fueros. La imagen social del bibliotecario, donde la haya, será una cosa de la que uno siempre se pueda reir, pueda comerciar con ella, y sea algo de lo que no avergonzarse. Los botánicos no sé si tienen una imagen social colectiva, pero las peluqueras, por ejemplo, sí; los pescaderos, sí; los guardaespaldas, sí; los profesores universitarios, no; los asesores financieros, no; los fresadores, no. ¿Qué se deduce de todo esto? Pues que no hay una relación explícita entre lo claro de la imagen social de un colectivo profesional y su nivel de ingresos económicos ni de su nivel de aceptación por la sociedad, pero sí que hay una relación implícita entre:
- tener una imagen
- reírse de ella
- comerciar con ella
- romper el estereotipo
Son capaces de ir a trabajar con una camiseta como esta, que contiene un chiste para bibliotecarios:
O esta otra que reporoduce la cubierta de un libro al que ya me referí hablando de la literatura barata, y que tiene chic sólo para bibliotecarios:
Aunque las más populares son las que tienen mensajes subliminales e implícitos, basados e sobreentendidos, del tipo de "Soy una guarra", "Bésame", y juegos de palabras entre "enduring" y "ensuring", o entre "shit" y "shht". Ahí van:
Y luego está la famosa serie "Reading is sexy", que traerá un nuevo post monográfico porque he recopilado abundante material sobre el tema, aunque yo sólo voy a colgar las fotos más decentitas, para que luego me digan que si un profesional de la información debe, que si patatín que si patatán:
Puestos en materia, cómo obviar la existencia de tangas bibliotecarios; sí, ya sé que he prometido un monográfico sobre "wear and underwear", pero puedo ofrecer un pequeño anticipo en concepto de ropa interior bibliotecaria destinada al merchandising:
Pero no debemos olvidar las referencias más modosas en tipo camiseta, o incluso la posiblidad de que vd. quiera señalarse sólo con un pin; lo de los pins trae tela, porque inciden en elementos tradicionales del estereotipo a diferencia de las camisetas que suelen ser irónicas pero más a lo bestia. Allá van:
Categoría aparte en los pins son las chapitas, más macarras pero efectivas:
Y terminamos con un clásico del merchandising (¿quién no las ha vendido para el viaje de fin de curso o de ecuador de la carrera?): ¡LAS TAZAS!
Post Data: no podemos dejar de terminar con la estrella de la colección EL PARCHE para coser en la chupa: lo hay tipo chupa de béisbol (el primero) y el tipo chupa de cuero (el segundo, genial, y está mal que lo diga yo que lo he encontrado)
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