Debo a algún colega el título de este post, pero no pienso pagar por ello. Lo que quiero es en cierto modo saldar una deuda pendiente, porque ya van dos veces que prometo que voy a escribir algo sobre la vestimenta de los bibliotecarios y lo voy dejando, lo voy dejando, y al final nunca entramos en materia. Aunque he mostrado algunas fotos de indumentarias bibliotecarias prototípicas (monográfico sobre las gafas) y por aquí y por allí han salido algunos vestidos preciosos no está todo dicho ni mucho menos. Quiero decir, no es que yo tenga grandes ideas al respecto, sino que guardo algunas fotos en mi disco duro que quiero compartir con vosotros excluyendo, como siempre, todo ánimo moralizador o desmoralizador.
Porque ¿cómo moralizar sobre el vestido que lució Robin Harris el pasado 27 de abril, que podéis ver más arriba? No mereció comentarios ni en "Aquí hay tomate" ni en "El programa de Ana Rosa". Está hecho con viejas fichas catalográficas, de las que también se ha hablado aquí antes. Sé que hay una versión moderna confeccionada con CD's, que le dan un aspecto entre gladiador y Barbarella. Trataré de mostrarla en otro momento.
¿No hay algo de demasiado moral en los vestiditos que muestro a continuación?
¿No hay algo de demasiado moral en los vestiditos que muestro a continuación?
¿O de inmoral en estas fotos de bibliotecarios y bibliotecarias posando en ropa interior dentro de la biblioteca?
Vamos, que inmoral inmoral sólo me parece esta última:
¡Hala! Buen finde.
Hola. Yo creo que las bibliotecarias deben ponerse un traje de negocios porque es un trabajo y en el trabajo llevan eso.
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