Se han dicho muchas tonterías sobre la imagen social del bibliotecario. Más sobre la bibliotecaria. Y sobre todo se han dicho en inglés. Yo voy a decir una cuantas tonterías más, en español, pero sobre todo voy a intentar colgar fotos que reflejan nuestro lado más extraño.

23.11.07

Slide Show de Odd Librarian

6.11.07

Marilyn Monroe y Georges Perec

Voy a salirme de mi temática casi-habitual de la imagen social del bibliotecario, a la que estoy obligado por fidelidad a la URL, y me entraré hoy en los vericuetos de la lectura en femenino, más concretamente sobre el acto de la lectura llevado a cabo por una señora en particular, que se llamaba Marilyn Monroe. Y lo haré, la verdad, por dos razones:
  1. Para publicar juntas unas fotos que me he ido encontrando por ahí, alguna de las cuales ya publiqué en otra ocasión pero qué importa. Son fotos de esta señora leyendo.
  2. Como ejercicio de estilo, a ver si pongo en marcha las neuronas, en lugar de usando el braintrain ese tan de moda, usando a Quintiliano y a San Agustín, que fueron profesores de retórica, de jóvenes. Mi modelo no es Georges Perec, al que, aunque fue bibliotecario célebre pero por otra cosa y autor de ejercicios de estilo no pretendo, como es lógico, compararme.
Allá vamos. Pero no me digan que no tiene nada que ver la primera razón con la segunda, que ya lo sé yo. Así que allá vamos:

1. Fábula: se escoge una fábula breve y se amplifica (mediante paráfrasis, prosopopeya, sermocinación o dialogismo), o se condensa (con elipsis o cualquier otro procedimiento). Puede ser también cualquier apólogo o parábola.
Andaban por la selva un elefante pardo y una hormiga roja, y antes de que el elefante pisara a la hormiga ésta tuvo tiempo de sermonearle de este modo: "Hermano elefante, maravilla de la Creación, orgullo de la selva, mira bien por dónde pisas, hombre, que ahora es una humilde hormiguita la que aplastas con tu noble pata pero mañana quién sabe si no será un armadillo ó puercoespín el que ignores en tu noble caminar, y en tal caso puede que con una espina de aquéllas con las que cubre su piel pueda pincharte la tuya debajo de la uña y, retorcido de dolor punzante, te revuelques por el suelo, tan distante ahora de tus orejas ¡oh tú el más grande! y muerdas el polvo de la selva y arrases con tu corpulencia ¡oh tú el más gordo! orquídeas y rododendros de los que adornan nuestro hábitat. Mira, pues, por dónde pisas". Y la aplastó. Moraleja: Para hablar con un gigante, apártate primero.

2. Narración: contar un hecho o dicho, quier fingido, quier real, mencionando quién, qué, cuándo, dónde, cómo, por qué; acaso también para qué. Una vez que se cuida que el alumno no ha omitido nada, hacerle ampliar y resumir su texto. Es el principio de la educación del orador según Quintiliano.
Marilyn Monroe nació con el nombre de Norma Jeane Mortenson en el Hospital del Condado de Los Angeles, Estados Unidos, el primer día de junio de 1926; fue bautizada como Norma Jeane Baker; se cambió el nombre por el de Marilyn Monroe en Nueva York, Estados Unidos, el 23 de febrero de 1956. Antes de eso usó como actriz y modelo el nombre de Norma Jean, sin la "e" final. Todos estos cambios de nombre en una vida tan breve (murió el 5 de agosto de 1962 en su casa de Brentwood, Los Angeles, Estados Unidos) se debieron a distintos motivos: dicen que la abuela de Marilyn, al bautizarla, le quitó el Mortenson (nombre del marido de Gladys Pearl Monroe, la madre de Marilyn) por sospechar que el padre biológico era en realidad otro, un tal Charles Stanley Gifford. ¿Por qué Jeane, entonces, y no Gifford? Acaso ¿para qué? No se sabe. La cosa es que con el nuevo nombre de Norma Jeane Dougherty la chica trabajó como inspectora de paracaídas y pintora de aviones hasta que con 20 años y ya trabajando de modelo adoptó el nombre de Marilyn (por Marilyn Miller, estrella de Brodway de los años 20 y 30, y que en realidad se llamaba Mary Ellen Reynolds, como el papel albal) Monroe (apellido de su madre, y anagrama de Moreno, valga la paradoja), con el que la conoce hasta hoy. En resumen: que si usted se llama María Elena tiene perfecto derecho a ser conocida como Marilina.


3. Chría o anécdota: breve relación concreta y edificante de algún hecho o dicho de una persona. Para ello se alaba al autor del hecho o dicho, se refiere éste con brevedad, se prueba con la razón, se apunta lo que es contrario a la razón, se añade una semejanza o comparación, un ejemplo y un testimonio u opinión de otro y se termina con un epílogo o conclusión. Se puede amplificar por medio de paráfrasis o frases memorables acordes (refranes o sentencias apropiadas para el hecho).
Una vez un periodista preguntó a Simone Signoret, actriz francesa y esposa del actor y cantante francés Yves Montand, qué había de los rumores de affaire entre su marido y Marilyn Monroe, a lo que la Signoret por lo visto contestó: "If Marilyn is in love with my husband it proves she has good taste, for I am in love with him too" (con acento francés y sin sacarse el cigarrillo de la comisura de los labios). La verdad es que se podrían establecer semejanzas o comparaciones entre estas dos rubias del celuloide, pero sería ocioso, por no decir que no hay razón para hacerlo. Pero si podemos concluir algo de esta anécdota es que la Signoret andaba bien segura de sí misma por la vida. A ver.


4. Proverbio: ampliar una declaración condensada y abstracta, una moraleja, un proverbio, de forma muy parecida a la de la chreia, utilizando paráfrasis, comparaciones, contrastes, ejemplos, citas de otros autores o de otras frases, incluyendo epílogo o conclusión.
Dicen en Asturias que "tiran más dos tetas que dos pares de carretas", y para probar si esto es cierto en Asturias tanto como en Hollywood debemos leer una cita de Marilyn Monroe, que dicen que dijo un día "Blond hair and breasts, that's how I got started. I couldn't act. All I had was blond hair and a body men liked. The reason I got ahead is that I was lucky and met the right men". De modo que podríamos decir, como dicen también en Asturias, que se encontró con las personas adecuadas en el momento oportuno.

5. Refutación: ataque a la credibilidad de una narración (el ejercicio 2), por ejemplo una leyenda o mito. Primero se resume brevemente y luego se contemplan seis cosas: su obscuridad, improbabilidad, imposibilidad, contrariedad, indecorosidad e inutilidad. A estos argumentos les precede un exordio que vitupera al autor de la narración y un epílogo que lo reprende. Se recurre a la contradicción y al adynaton.
Hay autores que alegremente afirman cosas que no han visto y sobre las que no se han documentado, y es el caso de Fred Lawrence Guiles, biógrafo de Marilyn Monroe, de cuyas viles páginas se extrae la absurda leyenda de la dudosa paternidad de Martin Edward Mortenson (1897-1981), americano nacido en California pero de padres noruegos. Según Giles el execrable, habría sido la abuela de Marilyn la que cambiara el nombre paterno en el momento del bautismo, hecho que no ha quedado documentado en las actas parroquiales de Los Angeles, y que se basa en meras suposiciones de ambiguo proceder. No habiendo pruebas de ADN en esa época debe creerse a la madre, ante la dificultad que entraña esta investigación. Que más que difícil se antoja imposible dado el alcance de la ciencia médica, por no hablar de lo impropio de censurar las costumbres morales de los difuntos sólo por rumores californianos, que aunque sean americanos también son de Dios y deben guardarse las formas hasta con ellos. Lo contrario, entre otras cosas, no resultaría de ninguna utilidad para nuestros fines. En todo caso debemos concluir que, ante lo poco adecuado de los métodos, las pruebas ofrecidas y la oscura finalidad de las investigaciones biográficas de el tal Guiles, no nos quedan ganas de leer más libros suyos, y debemos recomendar que no sean leídos por niños ni adultos, a ver si aprende.


6. Confirmación: se arguye para demostrar la credibilidad de una narración (hecho o dicho) con pruebas. Un exordio alaba al autor de tal, un epílogo lo pone de ejemplo. Para ello se ven seis cosas: lo manifiesto, lo probable, lo posible, lo conforme, lo decoroso, lo útil… Para ello se recurre a las figuras de logos.
Si hay episodios conocidos de la infancia de Marilyn y de sus antecedentes familiares es gracias a la labor investigadora de su mejor biógrafo, Fred Lawrence Guiles, quien con ahínco y denuedo dedicó años de labor meticulosa a desentrañar las oscuridades en las que habían incurrido las vidas basadas en rumores y fuentes poco dudosas, a las que Guiles siempre ignoró. Entre otras cosas nuestro autor demostró fehacientemente que la afición de la artista a los cambios de nombre se debía, de modo manifiesto, al hecho de que se atribuyera su paternidad a quien ella sabía no era su padre; a su convivencia con abuelos y familias de acogida durante su infancia, como queda registrado y probado en los Anales de Los Angeles; y a su vocación artística, que le hizo fijarse en figuras brillantes durante su periodo de formación. No duda nuestro autor que se trata de temas escabrosos, pero no elude en su investigación mancharse los dedos con el polvo de los legajos parroquiales y notariales con la finalidad de dejar claro para la Historia la pequeña historia de los seres reales, esquivando con decoro las posibles implicaciones lúbricas en sus textos, siempre correctos. Guiles se convierte con su obra en un ejemplo de biógrafos y escribidores de vidas paralelas.



7. Lugar común: amplificación de bienes o vicios evidentes. Se relaciona con el encomio y el vituperio. Consta de un exordio en que se dice el castigo o recompensa que merece el hombre malvado o virtuoso, se sigue lo contrario del delito o virtud que se persigue, la explicación del crimen o del mérito por amplificación, la comparación con otros crímenes o virtudes, se manifiesta la intención del hombre malvado o virtuoso y se hace una digresión sobre la vida anterior. Se aparta la compasión y se termina con un epílogo compuesto con los fines de lo legítimo, lo conforme, la equidad, lo útil, lo factible, lo glorioso u honorable y el suceso.

¿Quién está libre de la rueda de la fortuna? ¿Es que hay bajo el cielo hombres o mujeres cuyo hado no esté escrito en las Actas del Tiempo? ¿Debemos condenar a quien, en el curso de su existencia, hace del camino de su vida un atajo hacia la comodidad o, por el contrario, es de alabar quien, entre estrecheces y aprietos, mantiene siempre bien alta la nariz de modo que no proyecte su sombra sobre el bozo del labio? Si una artista de las tablas o del celuloide, achuchada por deudas económicas, recurre a la publicación de fotos de su cuerpo en breves ropas, o ninguna en absoluto ¿quién levantará la mano para tirar la piedra? ¿No es más lícito pagar la hipoteca a fin de mes que mantener en privado las carnes tolendas? ¿Debe la artista pagar rentas morales eternamente por haber sido puntual en sus pagos financieros? Cuando en agosto de 1962 un periodista preguntó a Marilyn Monroe por las razones por las que posó desnuda para un calendario, su respuesta fue "Why? — It paid the rent"; en 1964 otro periodista insistió en su pregunta, y la respuesta que obtuvo entonces fue "The body is meant to be seen, not all covered up" Y dicen, aunque no consta la fuente, que en otro momento añadió: "I want to be an artist not an erotic freak. I don't want to be sold to the public as a celluloid aphrodisiac". De estas frases se deduce que las intenciones de la artista fueron económicas, aunque con un componente ético no exento de valoraciones estéticas: no es malvada la acción en sí, sino las motivaciones de los otros al interpretarla. No se trata aquí de compadecer a quien indudablemente gozó de un nivel de vida superior a la media, incluso entre los artistas de Hollywood, por el hecho de su corta vida o su triste infancia: apartemos la compasión de nuestro camino, pero estudiemos con serenidad el debate. Que es legítimo el acto en sí es de todos conocido, al menos en nuestra cultura occidental de ambigüedades morales y permisividades carnales, mas ¿conforme a derecho? Sí, sin duda, dentro de los límites en los que se encuentra el hecho. Mas sobre la equidad del mismo habría que debatir, ya que ¿no es cierto que no existe igualdad de oportunidades en estos temas, y que no se ofrecen las mismas a todas las actrices? Otra cosa es que sea útil o inútil discutir éste u otros extremos; factible sin duda pero ¿útil? Nos quedaremos sin saberlo. La gloria corresponderá en todo caso más a la actriz que mostró su cuerpo, dentro de la honorabilidad de la época, que al fotógrafo que la hizo posar "in puribus".


...Continuará, la semana próxima o quizá más tarde, con los siguientes ejercicios de estilo:
  • 8. Encomio
  • 9. Vituperio
  • 10. Comparación
  • 11. Etopeya
  • 12. Descripción
  • 13. Tesis
  • y 14. Defensa/ataque
Entretanto...¡hala, a disfrutar!




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