Como dice mi colega admirada y nunca bien comprendida Glamourbibliotekaren (The Glamorous Librarian):
Tenkte kanskje denne kunne inspirere litt - en kjolekledd bibliotekar med glamorøst hår og klassisk filmstjernemakeup, lett henslengt oppå stabler av tidsskrifter.
No busquen estas prendas en Zara ni en El Corte Inglés; no miren en los escaparates de las calles peatonales; no recorran los centros comerciales de la periferia de las ciudades: estas prendas no se venden. O al menos yo no las vendo. Me limito a exponer lo que he ido encontrando por ahí...
Como estos zapatos que encontré en el blog de una chica que dice que trabaja en una biblioteca escolar, y que freudianamente se compró... Yo conozco varias bibliotecarias chic capaces de esto y más (en cuestión de zapatos, digo).
O esta camiseta que vendían en no sé qué tienda virtual con el reclamo de "naughty librarian" y "sexy!", aunque a mí me parece de bailarina de can-cán en una película del Oeste que se desarrolle cerca de Tijuana. Pero bueno.
O esta otra que encontré en una revista de cotilleos, con una Victoria Beckham (ex-Spice Girl) disfrazada de Librarian Chic (severa falda diplomática, altos tacones, blusa blanca con chorreras de juez y gafas modelo Torremolinos'77). El de al lado, disfrazado de Starsky (ex de Hutch) creo que huega al fútbol, o algo así.
Nada que ver con la ligereza y espontaneidad de la colección "I fell in love with my librarian" de la firma australiana Limedrop (de venta en todo Australia... ¿o se decía toda Australia?). No sé. Pero allá va otra imagen de la misma colección:
En el mismo ámbito anglosajón pero más en el tono de mis colegas frikitecaris tenemos esta camiseta para echar la bronca al usuario que se retrasa en la devolución (de nada majos):
Subiendo un poco más, al norte y a la derecha, en nuestra búsqueda del centro comercial perfecto, nos encontramos con un pase de modelos de Bibliotecarias Suecas. Las Bibliotecarias Suecas son unas señoras que en los años 60 y 70 del felizmente extinto siglo XX venían a las playas hispánicas a lucir cacha porque en su país hacía mucho frío y tenían que llevar medias tupidas hasta en verano, como demuestran levemente estas fotos, de sus hijas ya:
En cuanto a la bisutería, ya mencionada, hay una marca llamada "Dirty Librarian Chains" que vende piezas con nombres sacados de nuestra jerga pofesional (unbound, tracings, subject, call number, source, abstract...) y cuya creadora -que no es bibliotecaria- llamó así "porque le evocan la inteligencia y la elegancia, el espíritu rebelde con un toque sexy". A las pruebas me remito:
Aunque bueno, para demostrar que no es cierto que no se pueda conseguir en tiendas como Zara un auténtico look Librarian chic, aquí van opiniones de las lectoras, que componen su armario virtual mirando en catálogos virtuales para imaginar looks virtuales de personas reales que no son o no llegaron a ser:
¿Y para nosotros, qué? Como decía aquél famoso anuncio de los 70 de bragas y calzoncillos...
Y para quien ande algo mal de dinero o de tipito, siempre nos quedará la imagen virtual de la bibliotecaria. Y digo bibliotecaria porque allá en el otro mundo, o sea en el Second Life, sé que abundan las bibliotecarias de muy buen ver que son en realidad hombres de pelo en pecho (en su First Life...). Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión, como decía Bastian Baltasar Bux en una novela que en una época de mi vida leía yo todos los veranos en vacaciones, lo que me recuerda que comienzo las mías dentro de media hora de modo que... ¡hala, a disfrutar!