Se han dicho muchas tonterías sobre la imagen social del bibliotecario. Más sobre la bibliotecaria. Y sobre todo se han dicho en inglés. Yo voy a decir una cuantas tonterías más, en español, pero sobre todo voy a intentar colgar fotos que reflejan nuestro lado más extraño.

21.12.09

El gordo en la biblioteca

Dice la Srta. Pepis que de los grandes clásicos que marcan el calendario de las invectivas son la columna de Manuel Vicent por San Isidro contra las corridas de toros, y mi invectiva navideña contra la lotería, que aunque no es anual ni puntual y se repite, deja su huella.

Saben mis amigos que mis tres fobias son:
  • la lotería
  • los musicales tipo Broadway
  • la tuna
Y mis tres aficiones:
  • la letra impresa
  • la comida presencial
  • la música auditiva
Dicho lo cual no que resta otra que comenzar, sólo que en esta ocasión veremos de relacionar el mundo de las bibliotecas con el de la lotería.

La lectura trae el premio gordo ( La Voz de Asturias - 16/12/2009 )

´Leyendo te toca el gordo´. Bien podría ser este el eslogan de una campaña para el fomento del hábito de la lectura. Efectivamente lo es. Pero es que además es la posibilidad real que ofrece la biblioteca de Colombres a todos sus usuarios quienes, junto a su préstamo bibliotecario, reciben estos días una participación de 20 céntimos para el próximo sorteo de la lotería de Navidad. "No sabemos si ha sido por esto o no, pero lo cierto es que el número de préstamos casi se ha duplicado en estos días" (...) caigan o no los millones, "leyendo siempre toca el Gordo", sobre todo en Colombres.
Ya vimos como en la misma cornisa cantábrica hace pocas semanas una biblioteca universitaria ofrecía a sus usuarios un condón con cada préstamo. Bien, es otra manera de hacer marketing. Yo soy más partidario del 2x1 o del "todo a 100": el futuro es de los chinos, copiemos sus estrategias.

Regalar un condón con un préstamo es toda una promesa de lecturas compartidas e interrumpidas, y demuestra conocimiento de los sanos hábitos locales; regalar lotería, en cambio, nos identifica con la mercería, supone ofrecer una vana promesa de lecturas inquietas, sobresaltadas, ansiosas y, en la inmensa mayoría de los casos frustradas.

El gordo no entrará en la biblioteca, no.

Pero ¿y la gorda? Sin faltar, me dirán vds. Pero yo hablo de otra cosa, yo hablo de teatro esta vez. Que me relaciona el gordo con la gorda, y la gorda con la biblioteca, Q.E.D. Resulta que el cómico Luis Gnecco lleva a cabo en su obra "La Gorda" un personaje, Daniel, que se roba el montaje a punta de su humor negro y constantes ironías en contra de la rolliza protagonista:

Daniel, el oficinista que no para de burlarse de la atracción que Tomás (Luciano Cruz-Coke) siente por una bibliotecaria con más de 30 kilos de sobrepeso (Eileen Rivera), "no es que yo sea cruel, pero me muevo con un humor negro".


Con un toque de humor, amor y mucha provocación llega a Colombia la obra que está arrasando las taquillas del mundo entero: “Gorda”. Bajo la dirección del uruguayo Mario Morgan, esta pieza teatral nos cuenta la historia de una coqueta bibliotecaria con más de 30 kilos de sobrepeso que enamorará a un hombre guapo y exitoso, con su personalidad arrolladora.



Por concluir de alguna manera: "vale más bibliotecaria rolliza y simpaticona que 20 documentaloides ofreciendo el gordo de la lotería por unos préstamos de más".

He dicho.



7 comentarios:

  1. Invectivo22.12.09

    ¡Qué poco acertado has estado esta vez, colega! No se huele la cacareada bronca contra la lotería, ni se justifica la mención de filias y fobias -que a nadie importa si no a tí- ni se trae bien llevada la hilazón con las bibliotecas.

    Otra vez será, pero este post se queda corto, cojo y manco.

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  2. Vladimir Nabokov22.12.09

    Hombre, podías haber desarrollado un poco más el asunto de las filias y las fobias, que a mí me parece valioso, la verdad. El mundo de los escritores sería un yermo si no contáramos nuestras manías. Por ejemplo, qué bien habría estado hilar la lotería bibliotecaria con el music-hall -se sabe que hay vedettes bibliotecarias en la cornisa cantábrica- y finalmente con la tuna universitaria, que seguro que en alguna universidad mesetaria comparte locales con la biblioteca.

    No sé, son ideas que te regalo para la próxima.

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  3. No es por encararme con vd. pero ¿lo de las filias se entiende? Vale lo de la letra impresa, pero ¿la comida presencial y la música auditiva? ¿No estará vd. tratando de imitarme este párrafo?

    "Había una vez un hombre humano que caminaba a pie bajo unos árboles vegetales en los que pájaros ornitológicos cantaban emisiones sonoras producidas con los órganos de fonación de su aparato fonador. El hombre humano iba dirigiéndose hacia la dirección del destino al que iba con intención de llegar a aquel lugar que constituía la meta de su viaje. El hombre humano tenía la ocupación profesional de dedicarse laboralmente al ejercicio práctico del cultivo de la actividad de las letras literarias de la literatura: es decir, que era un escritor literario."

    Pues no lo consigue, pero le perdono, porque la compasión es barata.

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  4. ¿Tú te crees algo de esto, Calac?

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  5. Me gustó el tema de las bibliotecarias con sobrepeso. Sube la autoestima de las que nos pasa eso.
    Muy bueno el blog.
    Te invito al mío: www.bibliotequera.blogspot.com

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  6. Eres un gilipollas de marca mayor. Y, por cierto, no tienes amigos

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