Yo me crié en Madrid, señora. Y cuando alcancé uso de razón y soltura para llevar unas monedas en el bolsillo empecé a desempeñar el oficio de acudir al súper de la esquina a comprar 1/4 de jamón york y 1/4 de queso en lonchas para hacer unos bocadillos para la merienda. El nombre del súper de la esquina, en la foto no se ve, señora, era y me dice Google Street View que aún es, AUTOSERVICIO COMUNIDADES.
Es evidente que esto marcó mi destino.
Cuando, muchos años después del jamón york y el queso en lonchas me convertí en bibliotecario, para qué quiere que le diga, señora: me olvidé de mis orígenes recaderos. En muchos años no volví a pensar en "Comunidades" ni mucho menos en las personas que allí me atendían: el señor -un poco tartaja, hay que reconocerlo- que servía la fruta, el joven de pelillos en el bozo que atendía los licores, o la chica que cobraba en la caja registradora. Todos ellos escondidos en los rincones de mi memoria, en los recovecos de mi disco duro, y relanzados ahora desde la caché al estrellato que proporciona salir en LISDB gracias a la acuciante pregunta que se oye hoy en todas las esquinas:
¿Qué es un community manager?
Pues para mí es el gestor de comunidades. Osea el Gestor de "Comunidades". Osea el responsable del súper en mi barrio infantil.
Debo aclarar, señora, llegados a este punto, mi idea de la palabra "gestor". Disculpe que navegue por el tiempo y vuelva a mis primeros años de profesión bibliotecaria cuando me enfrenté por vez primera con el término en cuestión, pronunciado por un alto cargo de la institución que,a la vista de la fotocopiadora que zumbaba a pocos metros de mi mostrador me preguntó:
"¿Quién gestiona este fotocopiadora?"
Pregunta que me hizo pensar. Contesté, tras pensarlo:
"Yo"
Porque yo le ponía papel cuando faltaba, tóner cuando salían pálidas las hojas, y desatascaba el papel cuando pitaba. Gestión de fotocopiadora. Gestor de fotocopiadora, me dije, con no poco orgullo profesional, señora.
Los años me han puesto más medallas: gestor de mostrador de préstamo, gestor de pistola de rayos láser, gestor de matasellos, gestor de grapadora, gestor de bolígrafos, gestor de carritos bibliotecarios, gestor de gestión de usuarios, gestión del teléfono. He sido infonomista, arquitecto de la información, ingeniero de la información, gestor de la información, infoxicador...
(Ay, perdonad la interrupción: es que acabo de leer un mensaje sobre los toros, los archivos, los perros y Wikileaks. Me enjugo las lágrimas y sigo)
Me he perdido...
Creo que a lo que yo quería llegar, aún sin tener hilo de unión entre mis ideas -esto es así, señora- es al asunto que nos lleva siempre por los márgenes de las acequias bibliotecarias: la imagen social de estos profesionales. Sabiendo qué es un community manager ¿llegaremos a decidir sobre su imagen? Dese cuenta, dese, de qué se le muestra a usted, señora, cuando busca qué es un community manager: monigotes, monigotes y nada más que monigotes.
Y es que está claro que no se ha hablado lo suficiente sobre la imagen social del community manager. Que no es un cuerpo profesional que cuide tan delicado aspecto, ni en los foros ni en los tribunales. Que los bibliotecarios contamos con un prestigio que nos da una imagen (no resumo ¡no! señora, que años tiene usted para haber leído en este blog bastante sobre el asunto) y el polvo del camino. Que un community manager no es famoso por su moño, ni por sus zapatos, ni por parte alguna de su indumentaria. Ni por mandar callar al personal. Ni por las celebridades que ha dado a la Historia. Ni por sus entretenidísimos debates en IWETEL sobre la esencia, la presencia, la ontología, la epistemología y el intrusismo.
Un community manager no es famoso. Y el famoso no quiere ser community manager.
Y cuando el tal community manager quiere ponerse interesante, tan interesante como nosotros, señora ¿qué es lo que hace?
Pues se calza unas gafas tan cool como estas. Lo que produce el siguiente resultado:
QVOD ERAT DEMOSTRANDUM: que un community manager es un señor con gafas, posiblemente bibliotecario del tipo "infonomista" que, enfundado en sus gafas de toda la vida pastorea sus comunidades virtuales, mitad apóstol mitad árbitro, para encauzarlas al redil de su amo.
Anda que, cuando se enteren los del Colegio Profesional, señora, me corren a gorrazos.
Hala, a disfrutar.
Anda chaval que desde luego te has lucido. No, no me ha gustado. Has perdido la gracia.
ResponderEliminarmenudo articulito tio....no se si eres bibliotecario o no, pero no tienes ni idea de lo que es un bibliotecario ni un documentalista y mucho menos un community manager.
ResponderEliminarcoincido con CM, TE HAS LUCIDO PERO BIEN !!!
No tienes ni idea ni de bibliotecas ni de community manager; te debes pasar todo el día catalogando o mandando callar a los lectores de tu biblioteca ¡antiguo!
ResponderEliminarNo sé de qué me habla vd. joven
ResponderEliminarA mi me gustó, acabo de descubrir que soy gestora de fotocopiadora!!!!
ResponderEliminarOddie, usted y yo nunca podríamos entrar en un colegio profesional que admitiese a gente como nosotros entre sus miembros y miembras.
ResponderEliminar¿Y por qué me ha surgido en el desayuno la pregunta de si la cabeza sería un miembro?
ResponderEliminarMe encanta el blog. Sigo esperando el nuevo tema :) para cuándo?
ResponderEliminarQuerido Anónimo del 26 de abril: emocionado y agradecido debo confesar que cuando el otro día vi que Pablo Abraira volvía a los escenarios me dije ¿y por qué no yo?
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