Se han dicho muchas tonterías sobre la imagen social del bibliotecario. Más sobre la bibliotecaria. Y sobre todo se han dicho en inglés. Yo voy a decir una cuantas tonterías más, en español, pero sobre todo voy a intentar colgar fotos que reflejan nuestro lado más extraño.

20.7.09

Célebres pero por otra cosa (15)


Bill Kaysing (1922-2005)

No me digan que este señor no es célebre ni por bibliotecario ni por otra cosa. No me digan que no saben quién es. No me digan que qué pinta la foto(montaje) del alunizaje del Apolo XI en este blog de bibliotecarios. No me digan que ya están empezando a sospechar que a ver si algún bibliotecario tuvo que ver con la famosa "teoría de la conspiración" del falso alunizaje del que hoy se celebran 40 años. No me digan que van atando cabos, que algo han oído del asunto.


Pues vayan atando cabos. En mayo de 1961 el Presidente Kennedy dijo aquéllo de "Creo que esta nación debería comprometerse a lograr el objetivo, antes de que acabe esta década, de llevar un hombre a la Luna y traerlo de vuelta sano y salvo a la Tierra" justo para contrarrestar el periplo espacial del ruso Yuri Gagarin. El 21 de julio de 1969 (hoy hace 40 años) el comandante Neil Armstrong, el piloto Buzz Aldrin y el piloto Michael Collins llegaron a la luna. Nei Armstrong bajó de la nave, pisó el polvo lunar y dijo entonces aquéllo de "Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la Humanidad". Hicieron unas fotos y se marcharon. Volvieron a casa con la hoja de ruta proporcionada por la estación de seguimiento de satálites de Robledo de Chavela. Y Jesús Hermida lo contó todo en blanco y negro.

Y esta noche lo podremos ver todo de nuevo en RTVE: "Regreso a la luna".

Y la teoría de la conspiración no se hizo esperar. Dicen que durante la propia retransmisión de las imágenes más de uno dijo "incredible" pero literalmente. Y entonces entra en juego el bibliotecario.


Bill Kaysing era el bibliotecario de Rocketdyne, una empresa subsidiaria de North American Aviation, la compañía que después fabricó el Saturno 5 -el cohete que puso en órbita las misiones lunares. En 1974 publicó un panfleto, We never went to the Moon (Nunca fuimos a la Luna), que pasó editorialmente desapercibido, pero del cual han bebido todos los partidarios de la conspiración, que ha sido ampliamente difundida y que pretende, entre otras cosas, que las escenas lunares fueron filmadas en un estudio de Las Vegas por Stanley Kubrick (que reaprovecharía materiales en 2001 Odisea en el espacio) basándose en las fotografías tomadas por los astronautas (que si tienen dos sombras, que si se ve una botella de Coca-cola) y en la falta de tecnología suficiente para ello (30 años después un ordenador como el del Apolo 11 apenas servía para hacer un Tetris).

Su libro tiene 87 páginas y la mitad están ocupadas por fotografías (...) Mis preferidas son las que demuestran que el cuartel general del engaño estuvo en los alrededores de Las Vegas: vistas de la ciudad, de la piscina de un hotel, del buffet del Hotel Casino Dunes -"Otra razón por la que los astronautas y sus jefes eligieron el área de Las Vegas", escribe Kaysing-, de una joven exhibiéndose en biquini -"Las recepcionistas y secretarias del centro de control del Proyecto de Simulación Apollo fueron reclutadas en los casinos de Las Vegas, lo que añadió atractivo al lugar"- y de mesas de juego.


Con el cuadragésimo aniversario se está reviviendo estos días la teoría de la conspiración del Apolo 11, debida a un bibliotecario que leía a Marco Aurelio, y a la que con los años se han sumado otras que afirman que en realidad los astronautas destruyeron pruebas de la presencia de selenitas civilizados, o que encontraron pruebas de la presencia de los egipcios, o de los tartessios, o que John Lennon se fugó a vivir a una isla desierta con Elvis Presley como fruto de un convenio de abducciones consorciadas entre Microsoft y la CIA.

¿Más bibliotecarios conspiradores?

Y ya para terminar, unas cuantas frases de las que pudo haber dicho Neil Armstrong conforme se bajaba de la escalerilla:


Scipt manufacturado por Iulius ;-)


13.7.09

Célebres pero por otra cosa (14)


Manolo Blahnik (1942- )

Zapatero total, autor de "los manolos" (una de las marcas de calzado más prestigiosas del mundo y de las más caras). Como que 3.000 € te puede cobrar por un par de zapatos. Este canario, amigo de Paloma Picasso, Jacqueline Kennedy o Yves Saint-Laurent, que viste los pies de Madonna y de muchas muchimillonarias del hemisferio norte, resulta ¡pásmense! que podía haber sido bibliotecario y no lo fue. Y nos lo cuenta en El Faro de Vigo, no en Vogue ni en EPI.

–¿Cómo aprendió el oficio?
–Nunca lo he aprendido. Mis padres veían que yo era un niño raro que no iba a servir para recoger plátanos. Me mandaron a Ginebra con mi tío y pensé en estudiar Derecho Internacional o Literatura. Me di cuenta de que no me veía como bibliotecario o profesor y se me ocurrió irme a París y después a Londres. Supe que quería transmitir cosas a través del trabajo de mis manos y aquí me tienes.

Ahí lo tienen. Lo que se ha perdido. Claro que de haberse dedicado él a esto de la Biblioteconomía en lugar de a la Zapatificación, a lo mejor me había desbancado del papel de comentarista del "librarian look", "librarian chic" y hasta de los "librarian shoes" que he reseñado en otras ocasiones, según consta aquí.

Claro que lo mismo que hemos encontrado (via Tökland) una señora que convierte viejos e infumables libros en glamourosos bolsos chic, podríamos haber conocido quien, por medio de un mashup zapatotecario, transformara en bailarinas los códigos civiles, en stilettos los manuales de gestión de empresas, en deportivas las enciclopedias, en chanclas, finalmente, el Diccionario de la RAE. La Historia está llena de ocasiones perdidas, como esta.

Y menos mal que si con el tiempo el negocio de los zapatos para las famosas no prosperara, siempre le quedaría a Don Manolo la oportunidad de retomar su truncada carrera de bibliotecario y ofrecerse como ídem especializado al Museo del Zapato de Imelda Marcos (en la imagen supra una balda, vean cómo están todos sin tejuelar). La que fuera Miss Manila en 1950, esposa del Presidente Marcos y ministra en su gobierno filipino acumuló cientos, dicen que miles de zapatos, que abandonó en su huida del país, sin catalogar ni clasificar. He aquí una oportunidad de trabajo para un buen profesional de la información. De nada.

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